martes, 18 de septiembre de 2012

Los modelos de padres y madres




Las acciones y actitudes hacen que los padres y las madres tengan una visión diferente a la hora de criar a sus hijos. Todos los padres tienen una forma diferente de ver la vida y de asumir el papel que les corresponde en la sociedad.

Muchos desarrollan la parentalidad positiva, que, según la psicóloga social Fior D’ Aliza Alcántara, se trata del vínculo y la capacidad que tienen los progenitores o cualquier persona para desarrollar de buena manera el afecto, apego y una base segura para relacionarse con los hijos. Explica que es una capacidad que no todos tienen. Señala que es necesario dividir la paternidad de parentalidad.

La primera es ese derecho u obligación que se adquiere cuando se tiene un hijo y tiene que ver propiamente con haber engendrado. Mientras que la parentalidad positiva se relaciona con el trato y el valor que se les da a los hijos. Por esta razón no todos los padres cumplen con esta función. Según Alcántara, también existe la parentalidad social, que es la capacidad o el rol que cumple el ser humano de introducir a un infante al mundo del afecto, de las bases sociales, de la interacción, de la seguridad como persona, de la autoconfianza.

Esta capacidad la desarrolla un padre o una persona que no haya engendrado. Es decir, se puede tener una función parental sin ser padre biológico. Se refleja en las personas que no son padres o madres, pero que cuidan, protegen, toleran y son afectivos. Destaca que no todos los padres tienen parentalidad social.

OBJETIVO DE LA PARENTALIDAD POSITIVA

De acuerdo con Fior D’Aliza Alcántara, psicóloga social, la parentalidad positiva tiene como objetivo fundamental proveer una base segura, una especie de reserva de consulta emocional. Cuando se tiene este tipo de parentanlidad, se está presto para escuchar, aceptar correcciones, a que su hijo lo rete. Está abierto a recibir y a dar amor.

Indica que muchas personas no disfrutan de la parentalidad biológica por la separación de los padres.
 Ser padres va más allá de lo material

Más allá de los recursos materiales y de proveerles a los hijos de una buena educación escolar, los padres deben preocuparse por el crecimiento, desarrollo social y la educación en el hogar. De acuerdo con la psicóloga social Fior D’Aliza Alcántara, con estos factores los progenitores nutren a sus hijos en su crecimiento, desarrollo, alimentación y cuidan su salud física y espiritual.

Además, les ayudan a desenvolverse en la sociedad porque se integran, participan y se sienten niños seguros de sí mismos. Alcántara considera el aspecto social importante porque los padres pueden ayudar y proveer a sus hijos una cultura de amor en la práctica.

La educación en el hogar juega un papel fundamental en el crecimiento de los hijos porque los progenitores deben asumir posturas, jugar un rol positivo; papá y mamá son modelos que proveen educación, corrigen y moldean la conducta de sus vástagos.

Alcántara indica que cada padre y madre lleva una carga de emociones desde su infancia. “No cuidar ni proteger a los hijos son de las cosas que van con cada papá y mamá. Por ello todos los padres tienen un estilo diferente de educar”, asegura.

Estilos de crianzaEl estilo de crianza es lo que define la formación que reciben los hijos en el hogar. Según la psicóloga social, hay tres estilos de crianza: autoritario, permisivo y autorizador.
“El estilo autoritario es el que más conocemos, porque se habla de él en l
a política. Este estilo de padres regularmente es impositivo, dominante, hay que consultarle todo lo que se hace, el hogar se maneja con mucha rigidez, porque todos se someten al sistema que los padres dicen”, expresa Alcántara.

Estos padres son inseguros, no saben cómo educar, a veces tienen frustraciones y esto les impide dar una buena crianza. Las personas autoritarias, dice, para sentirse bien deben tener todo bajo control.

La especialista asegura que este estilo es disfuncional, porque produce en los hijos sensaciones de inseguridad, los padres no permiten que los infantes y adolescentes tomen iniciativas y, como resultado, los vás tagos tienen miedo a atreverse, no son dueños de sus emociones, y necesitan que alguien más les aprueben lo que hacen.

Señala que las mujeres y hombres que viven bajo este sistema terminan relacionándose con parejas autoritarias, también este modelo genera mucha tensión en la familia. Hay muchos estándares de perfección y se vive bajo tensión. Este tipo de padres muchas veces son tóxicos, porque limitan a los hijos a sentirse un miembro más de la familia.

“En este modelo los hijos se pueden sentir excluidos de la familia porque se hace solo lo que papá o mamá  dice. Esto provoca que los infantes disminuyan la creatividad, la forma de cambiar y de hacer algo nuevo. El lado positivo que tiene es que las reglas son rígidas”, explica.

En el estilo permisivo, la especialista sostiene que los padres no funcionan como padres. No se respeta el orden jerárquico en el que los padres entran en el sistema parental y los hijos en el fraternal. Los padres sienten que a los hijos les puede faltar todo y permiten que los hijos hagan todo lo que quieran sin ninguna supervisión.

Alcántara asegura que en algunos casos los padres permisivos desarrollan la indulgencia, es decir, no les duelen los hijos.

Los padres indulgentes son distantes, no tienen tiempo para la familia y esperan a que sus hijos entiendan sus actitudes, “pero los hijos no están para entender que los padres fallan”, asegura la especialista.

Los hijos que crecen en este ambiente desarrollan falta de amor. A diferencia de los estilos presentados, los padres autizadores prestan atención a los hijos, van al médico y cuidan esos aspectos especiales de la familia. Se preocupan por compartir con sus pequeños y sus amigos, entienden sus necesidades sociales, los procesos y las etapas de la vida que viven.

Entienden, pero no son permisivos. Alcántara dice que es posible que exista un padre con cualidades de cada característica.

En algún momento se puede ser autorizador y en otro momento de su vida, permisivo. “Los padres son como son porque tienen una historia de vida, sus vivencias en la niñez se refleja en la forma en que educan a sus hijos”, dice Alcántara.



EVUALAR LA RELACIÓN FAMILIAR

Según destaca la psicóloga social Fior D’Aliza Alcántara, es importante que cada padre se haga una evaluación sobre cómo va la relación con los hijos. Recomienda ir a terapias, consultar con amigos e ir a la iglesia.
Asegura que este es un buen momento para ser un padre o madre positivo. Recomienda a los padres poner el corazón en sus hijos. “Cuando se decide ser padre o madre no se puede olvidar que hay un ser humano a quien se debe dedicar tiempo, y respetarle sus derechos”, indica.

Con respecto a los estilos de crianza, añade que los hijos de padres autoritarios pueden repetir el patrón de su crianza o ser permisivos porque luchan contra su propia historia .

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