En este espacio todo lo que se publíca es de aporte al conocimiento social, desde diferentes óptica del saber.
martes, 16 de abril de 2019
Es común hoy escuchar la palabra inglesa “bullying” para referirse al acoso la intimidación. La escuchamos sobre todo para hacer referencia a la situación que se presenta en las escuelas cuando estudiantes ejercen intimidación y/o burla sobre otros alumnos.
Se puede definir intimidación como “el acto de amenazar a otros para que ellos hagan lo que uno quiere a través del miedo”. Puede ser por medio de amenazas físicas, miradas, humillación intencional, manipulación emocional o maltrato físico. Los psicólogos que estudian el comportamiento humano dicen que, a menudo quien es una persona intimidadora, se debe a que cuando era niño fue intimidado por otros, ya sean estos sus padres, hermanos o compañeros de la escuela.
Aunque realmente existe la intimidación en todos los ambientes de la vida, desde el hogar cuando hay padres controladores, pasando por el trabajo con jefes tiranos o incluso en la misma iglesia con líderes manipuladores e intimidadores que pretenden controlar a los demás con el temor.
Tanto el temor como la intimidación tienen un origen… el enemigo de nuestra alma; cuyo propósito es el de alejarnos de Dios, de hacernos sentir inferiores o indignos y así buscar que las personas desistan de servir o de cumplir con el propósito de la existencia.
Por eso hoy te quiero dar una herramienta para que la apliques en tu vida y la compartas con tu familia, incluso con los más pequeños en tu casa. “Como hijos de Dios por medio de Jesús, tenemos el poder del Espíritu Santo, la capacidad para declarar vida y no muerte con nuestra boca y para esto es necesario leer, aprender y declarar las promesas de Dios”
Cuando la intimidación se presente, debemos recordarnos las promesas de Dios.
Si alguien dice cosas contrarias a la Palabra de Dios sobre ti, inmediatamente desecha esas palabras de muerte y declara vida recordando y declarando la vida de victoria que tenemos en Cristo.
Tú no estás solo(a), el Señor está contigo y Él quiere verte venciendo sobre el mal; te da fuerzas para soportar cualquier ataque de intimidación y si le pides, te dará sabiduría para superar todo aprendizaje incorrecto del pasado, además te ha equipado también con la herramienta más poderosa para crecer espiritualmente… “el perdón”.
Oro para que vivas en victoria y no permitas que nadie te intimide, ni te atemorice.
Versículo: “Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?. Salmos 56:4 (NVI)
Buen Dia
*
Todo tenemos la misma cantidad de tiempo cada día.
La diferencia entre las personas se determina por lo que hacen
con el tiempo que tienen a su disposición. No sea como
el piloto de la aerolíneaque volaba sobre el océano
Pacífico que informó a sus pasajeros: “Estamos perdidos,
pero estamos haciendo un excelente tiempo!”.
Debemos recordar que el futuro llega de segundo a segundo,
de minuto a minuto, de hora en hora. Controlemos nuestro
tiempo con la dirección de Dios y podremos dominar
nuestra vida para alcanzar las metas trazadas.
He puesto delante la vida y la muerte, la bendición
y la maldición; escoge pues, la vida, para que vivas tú
y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo
a su voz y siguiéndole a él; porque él es vida para ti
prolongación de tus días. .
Deuteronomio 30:19b, 20a
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo, y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra. (1 Juan 5:4)
Piense usted en lo que implica esta frase “al mundo”. Piense en las presiones morales con las que nos enfrentamos actualmente en el mundo, la perspectiva y las normas de la sociedad impía que nos rodea, que está constantemente entrometiéndose en nuestra conciencia mediante tremendas presiones con el propósito de que adoptemos estas actitudes y normas para la vida. Piense usted en la tentación de engañar y mentir con el fin de seguir adelante a toda costa, siendo deshonestos, no solo en lo que se refiere en rellenar nuestros documentos para el pago de los impuestos, sino en todos los aspectos de los negocios. Otra presión corriente con la que nos enfrentamos en el mundo es la de ser sexualmente inmorales, algo que resulta especialmente evidente entre los jóvenes y las personas solteras. Se nos anima a que alimentemos el fuego y satisfagamos nuestros deseos, a pesar de que pueda estar mal y resultar mortal. Las presiones que nos rodean son tremendas estos días, a veces aparentemente irresistibles. Está la presión de aceptar ideas equivocadas, reaccionando en contra de otras personas de la misma manera que lo hace el mundo, vengándonos por ello, reaccionando de la misma manera que ellos, mostrándonos resentidos y celosos, siendo ambiciosos y crueles. ¿No siente usted todo esto? La codicia de la carne, la lujuria de los ojos y el orgullo de la vida, todo esto es del mundo.
¿Cómo puede usted vencer al mundo? ¿Cómo puede seguir adelante, momento tras momento, día tras día, año tras año, viviendo una vida que es totalmente contraria a ello, basada en normas, objetivos y evaluaciones que son totalmente diferentes, y soportar no solo durante diez años sino durante décadas enteras en contra de esa clase de presión moral? ¿Cómo se mantiene usted firme en medio de esto y no solo permanecer firme, sino intentando ayudar y ganar a otros a su manera de pensar? Juan dice que es “por fe”; eso es todo. No por una fe que tuvo usted hace veinte años, al principio de ser cristiano, sino por fe en la vida de Jesús presente en usted ahora. Por medio de la fe en Él que obra en usted, en medio de las presiones, contrarrestándolas con la presión de Su propia vida.
Una vez oí acerca de un capitán de barco que estaba describiendo cómo era haber pasado por una tempestad. Describió el barco en medio de las olas, elevándose por todas partes, con el viento soplando con fuerza y la lluvia implacable cayendo. El barco daba la impresión de ser la víctima impotente de la tempestad, bajo la fuerza de los poderosos elementos embravecidos por todas partes. Su destrucción parecía asegurada, pero él dijo: “Yo estaba en el puente del barco agarrado a la barandilla. Podía sentir la vibración de los motores en lo profundo, en el interior del casco del barco. La tempestad, el viento y las olas parecían estar diciéndole al barco: ‘No puedes venir, no puedes venir’. Pero yo oí la respuesta vibrante de los motores diciendo: ‘Sí que lo haremos, sí que lo haremos’, y lo hicieron”. Así es como vencemos al mundo.
Si nos damos por vencidos, si reflejamos las mismas actitudes y acciones del mundo, hemos sucumbido al mundo y a las artimañas del demonio. Pero si nuestra dependencia gira en torno a la vida del Hijo de Dios, Su vida está en nosotros, y además: “Esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”.
Padre, siento el llamamiento a la batalla en contra de las fuerzas sutiles y engañosas de una era mundana. Concédeme que pueda tener una fe renovada en Tu poder y que salga a enfrentarme con el mundo en una empresa de fe que hace que cada día sea una emocionante aventura.
Aplicación a la vida
¿Cómo nos enfrentamos con las presiones de la vida? ¿Las estamos pasando canutas, intentando vencer nuestras dificultades, o estamos resistiendo con una fe creciente, descansando en Cristo que obra en nosotros?
El cambio y la transformación son necesarios para poder recibir el vino nuevo
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