miércoles, 26 de junio de 2019

Qué es el maná o fue solo una fantasía bíblica? ¿Existe todavía?

7 respuestas
Carlos Marcelo Shäferstein
Carlos Marcelo Shäferstein, Militar Retirado (1971 - presente)


El maná existió y todavía se puede experimentar su existencia. Los árboles donde se produce vienen indicados en todas las reseñas botánicas de Medio Oriente, especialmente la “Tamarix mannifera”.
Para la generalidad de la gente el bíblico pan del cielo sigue siendo un misterio inexplicable. El fenómeno del maná viene a ser un ejemplo clásico de la manera persistente y obstinada de cómo ciertas opiniones y puntos de vista arraigan en la gente, a veces durante generaciones, y cuan difícil le resulta entonces a la verdad abrirse paso.
Debido a eso, pareciera como si nadie quisiera admitir la realidad de los hechos, y ésta es que el «maná del cielo» existe en realidad. Y no nos faltaban por cierto descripciones verídicas de su existencia. El siguiente relato de un testigo ocular tiene 500 años:
“En todos los valles que rodean al monte Sinaí se encuentra hasta en nuestros días el llamado «pan bajado del cielo» que los monjes y árabes recolectan, conservan y venden a los peregrinos y extranjeros que pasan por aquel país”.
Esto escribía en el año 1483 el decano de Maguncia ~Breitenbach~ al describir su peregrinación al Sinaí: “Dicho pan cae por la mañana, al amanecer, cual rocío o escarcha, a gotas sobre la hierba, las piedras o las ramas de los arbustos. Es dulce como la miel, y se adhiere a los dientes cuando se mastica. De él hemos adquirido algunas porciones”.
Más aún, en 1823 el botánico alemán G. Ehrenberg publicó un folleto (Symbola physica) que hasta sus colegas recibieron con escepticismo. A decir verdad, sus explicaciones parecían inverosímiles pues venía a decir que el maná no era más que una secreción de los árboles y de los arbustos de tamariscos cuando éstos reciben las picaduras de una clase especial de cochinillas que son privativas del Sinaí.
Cien años después tuvo lugar una auténtica expedición para proceder al descubrimiento del maná. Los botánicos Federico Simón Bodenheimer y Oscar Theodor ~de la Universidad Hebrea de Jerusalén~ se dirigieron a la península del Sinaí para esclarecer la tan debatida cuestión del fenómeno del maná.
Durante varios meses los dos hombres de ciencia exploraron las tierras secas y los oasis que rodean al Monte Sinaí. Sus conclusiones causaron gran sensación. No sólo trajeron consigo la primera fotografía del maná, sino que, como resultado de su investigación, confirmaron completamente los datos de Breitenabach y de Ehrenberg, afirmando además la verdadera realidad con que la Biblia da cuenta de la peregrinación del pueblo de Israel por el desierto.
Sin la cochinilla mencionada por primera vez por Ehrenberg no existiría ~en realidad~ el maná. Los pequeños insectos viven especialmente sobre los tamariscos, una especie de acacia nativa del Sinaí. Estos tamariscos segregan un jugo duro que, según los datos facilitados por Bodenheimer, tiene la forma y el tamaño de las semillas del cilantro (Coriandrum salivum).
Al caer es blanco; pero cuando hace tiempo que está depositado en el suelo adquiere una coloración amarillo-pardusca. Como es natural, ambos investigadores han probado el maná. “El sabor de los gránulos cristalizados de maná tiene un dulzor especial ~dice Bodenheimer. Puede compararse más bien al azúcar del panal, es decir, al producto de la vieja miel de abejas”.
“Y era como la semilla del cilantro blanco ~dice la Biblia~ y tenía un sabor como de torta de harina amasada con miel.” (Éx., 16:31)
Los resultados de la expedición confirmaron ~asimismo~ la restante descripción del maná: “Recójanlo, pues, todas las mañanas, cada uno según el sustento que necesitaba y cuando calentaba el sol derretíase”. (Éx., 16:31) Exactamente igual se apresuran los beduinos en nuestros días en las montañas a recoger a primera hora su “Mann-es-samâ”, o sea el “maná del cielo”, pues las hormigas son competidoras voraces. “Empiezan su recolección cuando el suelo ha alcanzado una temperatura de 21 grados centígrados”, se dice en el relato de la expedición. Esto sucede hacia las ocho y media de la mañana. Hasta entonces los insectos están aún en estado letárgico.
Así ~cuando las hormigas se ponen en movimiento~ desaparece el maná. Tal como dice el cronista de la Biblia quiso seguramente significar cuando dice que se liquidaba. Los beduinos no se olvidan ciertamente de almacenar el maná cuidadosamente en un puchero [ vasija de barro o de hierro, fundido y esmaltado, con asiento pequeño, panza abultada, cuello ancho y una sola asa junto a la boca; que sirve para cocer la comida], ya que ~de no ser así~ las hormigas se precipitarían sobre él y lo devorarían. Igual aconteció en la época de la peregrinación de Moisés: “Muchos dejaron algo para el día siguiente; pero se llenó de gusanos…” (Éx., 16:20)
La recolección del maná depende de una favorable lluvia de invierno, y es distinta a través de los años. ¡Si el año es favorable, los beduinos del Sinaí pueden recoger cada mañana medio kilo por hombre! Una cantidad apreciable que puede ser suficiente para alimentar a una persona adulta. Así pudo ordenar Moisés a los israelitas: “Que cada uno de vosotros recoja la cantidad que necesite para alimentarse” (Éx., 16:16)
Personalmente observé ~durante mi servicio en aquel desierto~ que los beduinos suelen amasar una papilla con las gotas de maná, que suele añadirse como condimento muy apreciado y rico en vitaminas a una alimentación demasiado monótona. El maná también era ~en una época, según me relató la gente del desierto~ un producto de exportación y, bien conservado ~inalterable~ pues puede almacenarse por tiempo indefinido.
Como se verá en las ilustraciones que he subido, el terreno en el desierto de Sinaí (en árabe, شبه جزيرة سيناء, Shibh Yaziret Sina' ) no es simplemente “arenoso”, como podría imaginarse.
Si bien es una región es menos rica a nivel natural, cuenta con cinco grandes oasis y áreas que exhiben una vegetación más profusa que en otras zonas, incluso con especies animales autóctonas que viven perfectamente en esa geografía. Entre de los mamíferos más comunes en el desierto siempre vivió el “féneq” (تعلب تعالب) ~el zorro del desierto~ (un cánido pequeño que está en la cumbre de la cadena alimenticia). Hasta hace algún tiempo había pequeñas cabras silvestres en estado salvaje “miêzaa” (مِعْزاة) , especie que hoy ha sufrido una considerable disminución. En cuanto a la flora se ajusta a la escasez de agua y a las duras condiciones reinantes. Solo sus adaptaciones le permiten florecer tras las precipitaciones de primavera, como la mostaza, el iris y las plantas alcaparradas. Entre las zarzas (que los argentinos simplifícariamos como “yuyos”) habitan una cantidad asombrosa de insectos, así como diferentes variedades de lagartos, por ejemplo: el “dabb”y el “faranu” (ورل) o “varano”. Pero sin dudas las serpientes y los escorpiones bayos son los animales más amenazantes para la población de la región.
Pero vuelvo a las Escrituras y recuerdo que Moisés le dijo a Aarón: “Toma un vaso, pon en él un ómer [era una unidad de medida de la antigüedad, equivalente a mil trescientos gramos] lleno de maná, colócalo delante de Yahvé a fin de conservarlo para vuestros descendientes” (Éx., 16:26)
Porque los tamariscos ~productores de maná del que yo mismo me alimenté~ siguen poblando el Sinaí a lo largo del desierto de Arabia hasta el Mar Muerto. (Josué 5:10–12).
FUENTES:
  1. Keller, Werner: “Y la Biblia tenía Razón” (La verdad histórica comprobada por las investigaciones arqueológicas). Ediciones Omega S.A., Barcelona. 12ª Edición, Mayo de 1968. 448 pp. ISBN: 9788428201728 © Econ Verlag. Düseldorf, 1956. Parte Tercera: “Del Nilo al Jordán”. Capítulo Primero “Hacia el Sinaí”, Páginas 132 a 134.
  2. Shäferstein, Carlos M.: “El Nómada de la Oscuridad”
  3. Shäferstein, Carlos: “La Repudiada. Historias y otros Mitos del Desierto”.
  4. What is manna? | CARM.org
  5. Shäferstein, Carlos M.: “El Bastión”
  6. Shäferstein, Carlos M.: “El Alfanje”
  7. El tamarisco, árbol emblemático
  8. Este es mi Dios
  9. Un arbol y una gratitud
  10. https://www.jw.org/es/publicacio...

Iris G
Iris G, Licenciatura Filología Hispánica (2005)


Brevemente, y por lo que he leído, existen tres teorías sobre su identidad, que relacionan esta palabra con un alimento y no con un supuesto poder divino (como hacen otras interpretaciones más metafóricas):
  1. la primera dice que el maná era realmente “arroz”, por eso de “ cosa menuda, redonda, como escarcha sobre la tierra […] y era como semilla de cilantro, blanco, y su sabor como hojuelas con miel” que se nos dice en el Éxodo.
  2. la segunda afirma que el maná era el hongo alucinógeno Psilocybe cubensis (teoría del etnobotánico Terence McKenna) y
  3. la tercera es la que mantienen científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que apuntan a las secreciones dulces que ciertos insectos depositan en una planta desértica, el tamarisco.
Sea como fuere, “maná” proviene etimológicamente del hebreo man, ‘manjar milagroso bíblico”, a su vez ligado a la expresión hebrea man hu (¿qué es esto?), que habría sido proferida por los hebreos en los mitos bíblicos al ver cómo la escarcha de la manhana se convertía en alimento. Asimismo en latín clásico teníamos esta raíz en mando, mandi, mansum (‘mascar', ‘comer', ‘morder', de ahí “mandíbula”), que dio en latín vulgar, MANDUCARE, étimo del que sale en el s. XVII la forma culta, festiva y algo pedante “manducar” (sinónimo de “comer”) o la expresión (que utilizo, por cierto) de “ darle a la manduca” (‘comer'). Y de ahí, en fin, “mangiare”, “manger”, “manjar” etc. De modo que…no sé si arroz, hongo alucinógeno o secreción dulce de insecto, pero el “maná” está muy presente en nuestros días, al menos su raíz ;-)
Aurelio Germes


Es una fantasía bíblica.
Los autores de la biblia dieron suficientes detalles sobre qué es el maná de forma que no hubiera ningún alimento o producto similar, no solo en la región del Sinaí, donde se dice ocurrieron los hechos, sino en todo el mundo conocido. y hay que tener en cuenta que la gente vivía mucho más cerca de su entorno y naturaleza que ahora, por lo que conocía bien todo lo que ofrecía.
La razón es simple. Si hubiera algún alimento, por raro que fuera, que existiera en realidad en algún sitio, entonces, dejaba de ser un milagro obrado por Dios y pasaba a ser algo inusual pero natural. Bien podría venir alguien de otra parte del mundo y decirles a los judíos, “Pues nosotros, en mi pueblo, tenemos de eso que llamas maná y no armamos tanto jaleo por ello”.
Es por ello que se cuidaron muy mucho de que no fuera un producto conocido, porque entonces, solo podría ser sobrenatural, que es lo que se buscaba.
Además, las cualidades que se detallan del maná, hacen que no pueda ser un producto que siga las leyes de la física y química conocidas, como por ejemplo:
  • Según se nos dice, durante todo el éxodo, solo se alimentaron del maná, de nada más, y quienes se alimentaban de ese producto nunca defecaron. Bien, se sabe que eso es imposible sin morir o tener graves problemas en los intestinos. Pasarse muchos años sin defecar causa graves problemas.
  • Tampoco importaba cuánto afán se pusiera en recolectar más maná, o menos, siempre era suficiente para los miembros que componían una familia. Nunca sobraba, pero nunca faltaba (excepto los sábados, que había ración doble, claro). Se daba el caso de que una familia tenía esclavos que les habían sido robados por otros, pero esa familia seguía recibiendo el maná correspondiente a sus esclavos, aunque ya no estuvieran con ella, mientras que aquel que robó esos esclavos no conseguía maná suficiente para alimentar a sus esclavos. En castigo, claro.
  • Daba lo mismo que salieran a primera hora del amanecer para lograr más o que se quedaran en la tienda durmiendo. En ambos casos, se recogía solo y siempre la cantidad de maná para la familia. Si uno se quedaba en la tienda, solo tenía que sacar la mano fuera para que le lloviera suficiente maná para su familia.
Es por eso que era un milagro. Las búsquedas de soluciones terrestres a los milagros nunca darán con ninguna solución.
Te lo crees o no te lo crees. Eso es todo, pero no hay que buscar cinco pies al gato.
Elena Riotze
Elena Riotze, Hice una oración en un accidente y salve mi vida


El maná, es la energía universal, que le da vida a todo.
En cada religión se habla de él, y se le ha simbolizado de muchas http://maneras.Sesimboliza como un pan o como vino.
Así el la religión griega, era el vino de los dioses, y se consumía durante Las fiestas del dios baco, conocidas como las bacanales, en el esoterismo judío, es la fiesta del sabat, en el oriente, era el ki o energía universal, o sea, el poder de dios sobre la tierra, que es un movimiento gestando la creación, donde las dos fuerzas la positiva y su opuesta, giran para darle vida a la naturaleza. Simbolizado esto, con el ying y el yang, lo masculino y lo femenino.
Son fiestas en honor al dios del amor, simbolizado por la unión sexual.
En el sabat, el sacerdote judío, se une a su consorte, en práctica sexual de meditación, así se lleva acabo el pacto de dios con Abrahm, el pacto es sexual, y se simboliza con la circuncisión, que es el sello en sexo, sinbolo de castidad y de cuidar el maná.
En la edad media, los círculos masones, los caballeros del grial, y los otros grupos, llevaban acabo orgías sexuales, como las bacanales, donde se buscaba el maná, o sea la energía universal, esto degeneró muchas veces, en prácticas satánicas, y la iglesia persiguió estas practicas, por ser consideradas, los aquelarres de las brujas, a los judíos también se les acusaba de estas practicas paganas, y fue uno de los motivos por los que eran perseguidos.
El mana, es el Ki, el Ki, es la energía, que concentrada, en sexo la convierten en una energía creadora, y por eso con el sexo se genera vida
Por eso el sexo fue considerado sagrado.
Aquí develo el misterio del celibato.
El celibato es con el motivo de cuidar la energía, y por eso los sacerdotes y monjes, promovían la castidad y abstinencia.
El maná, fue contaminado por Adán y eva, al comer el fruto prohibido. El fruto prohibido es el mana. O sea vieron se desnudos, se avergonzaron, quiero decir que fornicaron, y esto los expulsó del paraiso. Si la fornicación expulsa del paraiso, por lógica, la castidad es la vuelta al paraiso.
Por eso los sacerdotes, buscaron en el celibato la vuelta al paraíso.
Entonces la castidad es el pacto sexual, los judíos los simbolizaron con la circuncisión. Esto es un conocimiento que se perdió, cuando la ley se degeneró, por l corrupción de los sacerdotes, y jesus vino a regenerar y reformar la ley y un conocimiento perdido, por que el amor paso a fornicación, que es lo opuesto al amor.
En el cristianismo, satanás, es la serpiente caída, el fornicador, la serpiente, que en el paraiso tienta a adan y eva a pecar, por eso es el príncipe tentador.
Se le simboliza como una serpiente envuelta en el cuerpo de una mujer voluptuosa y desnuda.
O como el macho cabrio, símbolo sexual de fornicación.
En la mitológia es Eros, el dios del erotismo, que seduce, y tienta.
Como la mujer tienta al hombre por su sola belleza, a la mujer se le considero el mismo diablo, muchas veces. Y si no ves al diablo, no pecas, así que los arabes buscaron la manera de no caer en las manos de la mujer tentadora, y la vistieron de pies acabeza, pero como el rostro también seduce, el impusieron un velo en el rostro, y como el machismo esta salvaje cuando se es un ignorante religioso, vieron que también los ojos seducen, asi que muchos le ponen a la mujer una malla en los ojos de la capucha, que los hombres degenerados y no dios, en el islam, le imponen a la mujer, de ahí que sacerdocio también fue prohibido para la mujer. Y las monjas tienen que ser célibes, excepto las que prectican el sexo regenerativo.
En el oriente, se llama tantra.
En occidente, castidad sagrada, o sea sexo sólo para procrear y meditación sagrada.
Esto significa, que fornicación, pornografia, musica tropical, etc, son practicas Satánicas, porque inducen a la fornicación, y perdida de la energía, y el maná se corrompe, esto trae hambre y miseria. Moises atravesó el mar rojo.
Es simbolico. El mar es el sexo, el rojo es fuego, el fuego erótico, que al vencerlo, crea un hombre verdadero, por eso Moisés, significa sacado de las aguas.
O sea de la castidad, así es su origen como patriarca, se simboliza que fue recogido en una cesta de las aguas del nilo, y lo adopta la reina de egipto, este mito es anterior a Moisés. Hay varias historias anteriores a la biblia donde un hombre es rescatado del agua.
Noe mismo, es resscatado del agua en un arca, y pasa 40 días, en el mar, se alimenta con maná
Moisés, como noe, es rescatado del mar rojo, y pasan como noe, 40 dias en el desierto, y se mantienen de maná, o sea, de la energía universal.
O sea, de la castidad, regenerativa, donde se, vence a Caín, el fuego, para que no mate, a abel, el agua, el agua y al fuego, símbolo de la estrella de david, el agua que como maná del cielo y el fuego que se levanta, se unen y forman la estrella de seis puntas. Símbolo de armónia entre el bien y el mal, el ying, yang de los orientales.
El azul y rojo, y su lucha constante, simbolizado en muchas mitologías.
Así noe, es rescatado de las aguas, y el mal que no lo sigue a la castidad, se corrompe y es canem, el fornicario caído y expulsado. El Caín que mató abel, al maná, y es expulsado. El judas que traiciona al elegido, y es expulsado.
Adorar al becerro de oro es buscar entonces, la sexualidad incorrecta, un becerro, como el macho cabrio, símbolo de degeneración sexual, es de oro, símbolo del dinero, del poder y el lujo.
Los falsos idolos que sustituyen a dios, en la sique, y por eso la idolatría es pecado.
Los falsos ídolos son los defectos sicológicos, que inducen al poder y la fornicación, los dos ladrones que roban el maná, o sea el bien que alimenta.
Bibliografía.
La sabiduria.
El maná es tambien la sabiduría.
Con sabiduría todo se logra, se vence el hambre, la ignorancia y se logra algo mejor.
Cuando se falsea, se explota a los demás, se busca el dinero de una manera abusiva, se afora al becerro de oro, a satán, entonces es un maná corrupto, se mal emplea la sabiduría, y hay un precio que pagar.
A un pueblo, no se le puede aplicar un cambio, que el no ha pedido.
Cuando se modela una sociedad con engaño, o creyendo que se hace un bien, o imponiendo manipular, este canbio, no es real, porque fue inventado por un grupo, no salió del pueblo, es algo artificial, cono artificial es es el grupo que lo quiere imponer, ante dios no es válido, porque fue con violencia y engaño. Si el pueblo sigue algo, es porque se le manipuló y siguió un engañó. Donde estuvo la nobleza en esto, o la verdad, o la conciencia….?
La fuente del maná, es la conciencia.
La tierra prometida es la vuelta al paraíso.
El pueblo elegido, es el que elige la sabiduria, el camino del peregrino, para seguir el bien.
Las culturas se influían, mezclaban los mitos, y adoptaban nuevas creencias.
Y todos se sentían elegidos, el pueblo de en medio, o el origen.
Así lis,griegos se sentían el hombligo del mundo, los judios se sentían el centro del mundo, los chinos se sentían el centro del mundo, china significa el pais de en medio, o sea, el centro, el elegido.
Y todos esperaban un elegido.
En la mesa de rey Arturo, hay un lugar vacío para el elegido, el héroe salvador que viene y salva. Los aztecas esperaban el regreso de Quetzalcoayl, el elegido.
Los judíos esperaban el elegido, pero cuando este se presentó, la mayoría lo rechazó, y es que esperaban algo así, como superman, que los rescatara del imperio romano y otras situaciones.
Olvidaron que las cosas del mundo son del mundo.
Dios no salva civilización, no busca ni da riquezas, eso lo da la ambición de las personas, Dios da maná, sabiduría.
Y busca almas, no banqueros, artistas, o políticos.
Extractos del libro
El universo de la fe.
Libro de Elena Riotze y Maritriny Gomez.
Nazir Haffar
Nazir Haffar, 74 años vividos en 5 continentes- hipérglota -antiteísta.


No sé a qué pruebas te refieres, ni como interpretas el término, porque maná en castellano colombiano es un líquido azucarado que fluye de algunas plantas.
También se define como un manjar milagroso, y sigue llevando tilde.
En religión maná es según la biblia, lo que dios les envió a los israelitas en el desierto.
También se le llama maná a bienes que se reciben gratuitamente y de modo inesperado.
Finalmente en argentina se conjuga el verbo manar (en 2ª persona singular -vos- del imperativo).
No encaja pedir pruebas, porque lo que está escrito en la biblia son historietas y cuentos…Imposibles de probar.
Cristóbal Delgado
Cristóbal Delgado, antiguo Jubilado de años dedicado al comercio internaciona


Dicen que el maná existe en forma de que le suban a alguien el sueldo
Andres Cornejo
Andres Cornejo, Estudie Economía y negocios internacionales


Que buena explicación, me gustaría ver fotos para asi reconocerlos más fácilmente.


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